jueves, octubre 27, 2011

El humano qué complicado¡¡¡¡

Y los monos Rhesus de Ranulfo, en México, lo que acaban de enseñarnos hace unos meses es que sólo pueden cambiar de opinión las formas cerebrales muy sofisticadas. Una rana no puede cambiar de opinión; un mono, sí, y nosotros podríamos, pero, lamentablemente, no queremos. Eduardo Punset El artículo completo aquí